viernes, 29 de febrero de 2008

Preguntas al techo....

Príncipe... ¿estas ahí?.

¿Existe el príncipe azul?, ¿el hombre que es y será únicamente para ti?. A estas alturas de mi vida creo que no... Se que soy una princesa, que a veces puede ser toda una bruja... Y que en el mundo, las relaciones humanas son por empatía... que tus verdaderos amigos (los hermanos que escoges), los noviazgos que formes, o cualquier vinculo de importancia en la vida. Son por esa similitud que tienes con las personas.

Por lo tanto, no hay hombres ni mujeres ideales para cada uno, pero si existen las cosas en común, los vínculos que se van formando con el tiempo, los secretos que compartas.

¿Entonces por que pasamos tanto tiempo buscando a ese hombre o mujer ideal? .

¿Por qué buscamos características especificas, en la persona con la que queremos compartir nuestras vidas?.

Simplemente ¿por qué creemos que durara para siempre?

La monogamia, la invento no se quien... pero de seguro al mismo, que se le ocurrió poner bardas a sus campos, fronteras, o los que crearon las leyes y la forma de educarnos desde pequeños, creyendo que hay un príncipe azul para nosotras.

Y que si queremos portarnos mal, si sabemos que en el mundo hay mas de un hombre ideal... Y si llegamos a los 30´s y todos nos preguntan ¿para cuando la boda?. Y si simplemente necesito compartir mi amor y todo lo que hay en mi con varios hombres. Se que no me gustaría envejecer sola, eso si lo tengo claro. Pero hasta ahora, aunque no he podido ser polígama... ya no busco al príncipe azul. Solo al empatíco, y mientras tanto... me divierto!.

miércoles, 27 de febrero de 2008

Cartas recicladas...

Madrid a 01 julio del 2007...

Hola a todos:

Debo confesar, aunque espero no sea demasiado tarde, que a todos ustedes les escribo como terapia para que me acompañen en esta aventura, y no sentirme tan sola, llevo años escribiendo, sin un destinatario en concreto ( y sin enviarlo a nadie) pero nunca releo lo que escribo, y como lo hago de un jalón, nunca me fijo si lo hago con faltas de ortografiá, con malas palabras, o si la frase se entiende, o hay comas de mas... yo se que ya después de varios escritos de mi parte muchos se abran dado cuenta, y espero que perdonen todos esos detalles mórbidos de mis aventuras, y claro si a alguno les incomoda de mas, cualquiera de estas cosas, me lo digan, y así retroalimentan mi afición...

Bueno les quiero contar que el viernes pasado, me fui de marcha x Madrid... ¿que es eso?... irte de farra por la ciudad, o de antro en otras palabras, jajaja pero aquí los bares y los lugares son tantos y tan variados, que la gente se la pasa de caña en caña (cerveza) y de bar en bar... extraño verdad... bueno yo inicie, con lo que hago muy bien, una rica y deliciosa cena de una paella con pollo y vegetales que de verdad estaba para chuparse los dedos, por lo que tuve que iniciar la marcha pero mas que por las cervezas, por no tener pesadillas mientras dormía o por no broncoaspirarme en esos momentos....

Por cierto debo aclarar que iba de mal tercio de mi compañera que es la ginecóloga mexicana de quien ya le había hablado, y un galán, un amigo suyo mexicano que lleva años de marcha en la ciudad por lo que se volvió en un excelente guía de turistas. Después de la rica cena, fuimos a un bar pequeño de Jazz, donde había desde la pareja con rastas, hasta las señoras cincuentonas que traían mas relajo que los primeros, la música estuvo bastante bien hasta que no entendía quien llevaba el ritmo en ese jazz tan moderno que parecía que cada quien estaba en su ritmo y un bar diferente, para después de un rato de desconcierto volver ajustar los instrumentos (musicales) y regresar a la armonía conocida, claro que como soy una ignorante, y necesitábamos mas punchis punchis fuimos a otro lugar muy cerca de ahí... una especie de discoteca, con todo el techo de madera y unas pinturas medio extrañas, pero lo mejor de todo, es que aun en un lugar cerrado y sin ventilación había áreas de fumar y de no fumar... excelente no?, claro después de unas horas eso no importaba, todo estaba lleno y a muchos les valían los letreros, pero créanme nadie se fijaba en eso, si no y mas bien en dos cuerpos esculturales que se subieron a bailar en unas bocinas, con trajes de marineros con muy pocas ropas, un hombre mulato el cual no tenia ni un gramo de grasa y eso si bastantes músculos de los cuales ni los nombres me acuerdo... y de la mujer mejor ni hablo, ya con las babas que se les caían a todos los hombres del lugar es suficiente tributo...

La música de baile, en realidad fue poco electrónico, el DJ no era para nada bueno, o al menos esos cambios de música no me lo parecieron iba de algo de reggeton, pasando por Paulina Rubio, Shakira y mucha música tipo flamenco moderno que no supe ni como se bailaba, claro eso no me importuno para nada, y saque mis mejores pasos de Sevillana... que se pudieron, jajaja, al fin de este lado del mundo nadie me conoce, y aunque me conocieran realmente eso es lo bonito de la ciudad la diversidad que existe y que a nadie parezca molestarle es importante, tan así es el asunto, que ese mismo día coincidí en esa misma pista de baile con una muchacha ciega y un hombre en silla de ruedas supongo con esclerosis múltiple, iban con sus amigos, los cuales se merecen todos mis aplausos por hacerse cargo de la situación y no rechazar a ese tipo de gente, obvio no iban juntos...

Pero si me hace pensar en cuanta gente rechazamos por simplemente no conocer o no tener la paciencia o las condiciones mentales o sociales como para que tengan una vida saludable y feliz, y a cuanta gente, no le hemos dado la espalda mas por nuestra ignorancia o nuestros miedos...

En fin, llegue tardísimo ese día o mas bien muy temprano, y lo peor es que al otro día tuve un congreso de cirugía plástica en la mujer, pero como ya los entretuve mucho en otra ocasión les cuento...

Les mando un saludo desde esta Ciudad, un abrazo y espero verlos pronto...

Jenny

domingo, 24 de febrero de 2008

Quiero ser como ella...

De niña quería ser como mi mamá. Tan guapa, joven, inteligente y atenta que tenía a todos contentos, no solo por su forma de cocinar, ni por hacernos reír. Fue quien me enseño todas las cosas útiles de la vida, me enseño a leer, a escribir, a apreciar los pequeños detalles, a estar la mayor de las veces con una sonrisa, a recibir a toda la gente en su casa como si realmente le diera gusto que llegaran.
Mi madre me enseño cosas practicas.... nunca dejo que cocinara, eso se lo dejaba a mi hermano, decía que ella tuvo que hacerlo (al igual que lavar o arreglar la casa) y que al final tendría yo que hacerlo también, cuando alguien dependiera de mi. Por eso, a mi hermano lo adiestro en todo lo que refería a cocinar, y ser autosuficiente. Tengo una madre bastante culta y aventurera, como para subirme a la montaña rusa con ella, mientras mi padre y mi hermano nos observan desde abajo. O puedo apreciar a su lado una película aunque casi siempre llora en las cursis, pero se divierte. También hizo que mi padre a sus 50 años se fuera a estudiar al extranjero, para poderse ir con él.
Sin embargo, mi madre no me enseño la practicidad que debe de haber a la hora de decidir que pareja elegir. Ella se enamoro en la adolescencia, se caso con su primer novio y yo fui el fruto de que “huyeran juntos”. Eso hasta hace algún tiempo, me hacia creer que las parejas disparejas podrían ser felices, y hasta con un poco de suerte y mucha paciencia, envejecer juntos.
Hoy estoy lejos de mi madre, en otro continente y con otras reglas. Y desde hace algunos meses convivo con otra mujer, hoy he decidido que quiero ser como ella.
A esta mujer llamada Sara, la conozco hace poco, es bastante discreta y la esposa de mi vecino. Para el tipo caucásico yo diría que es guapa, alta, delgada, con una carrera exitosa, madre de 3 hijos... muy alta, muy guapa, y muy delgada. Su esposo viaja mucho, ya que es un hombre bastante exitoso (y muy poco atractivo), y se le reclama en todo el mundo con frecuencia, por lo que ella pasa bastante tiempo sola.
Fui invitada en el verano a pasar algunos días con ellos en la playa, donde sospeche que las cosas no marchaban bien, y que eran una familia bastante “extraña”, o por lo menos lejos de lo que yo estaba acostumbrada. En ese viaje empecé a creer, que quería ser como ella, que podía dejar que todos gritaran dando su opinión para que la de ella fuera simplemente... la última palabra. Que hace creer a su marido que las cosas son como él las ha planeado, cuando es ella en realidad quien lo planea. Que gracias a explotar el coeficiente de su marido, ahora tienen un imperio. Que llega sola a todos los eventos, y que también se va sola cuando a ella se le antoja. Que lo deja en las reuniones sin hacerle drama, para que el haga “vida social”. Y lo más importante que hoy, nos presento a su entrenador físico... un tipo musculoso, guapo y con sonrisa de gigoló. Que no es por ser mal pensada, pero se ve a leguas que “la mantiene en buen estado físico”.
Por todas esas razones, creo que mi madre fue un buen modelo a seguir todos estos años. Pero ahora que he cruzado la barrera de los 30 años, que no me voy a fugar con ningún hombre, y sigo sin saber lavar y planchar, necesito ser practica y conseguir un marido como mi vecino. Y como no en unos años, un acondicionador físico.
Por eso hoy, he decidido que quiero ser como Sara.