jueves, 6 de marzo de 2008

JUSTINE.

Al principio le pedía que viniera a mi cama, y ella obedecia de mala gana, fría. Yo estaba lo bastante loco como para poder creer que podía fundir ese hielo, y darle la tranquilidad física sobre la cual suponía que descansaba la paz espiritual.

Palabras de DURELL, en JUSTINE.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me llevare de viaje esta frase...a ver si me derriten ja!

www.paquitaesunadiosa.blogspot.com

Ricardo Arce dijo...

El loco sería uno, al hacerlo de mala gana.